jueves, 21 de octubre de 2010

¿Y eso son ambientadores?


Resulta que, el otro día, estábamos Lily y yo en casa tan tranquilos, cuando de repente, empezamos a notar un olor raro, como ese helado de dulce de leche que compras en invierno, y sabe como rancio; o simplemente, a vainilla. Al seguir el rastro, descubrimos que en la encimera de la cocina había una especie de botecito con un liquidillo amarillo pis. El botecillo no tenía tapa, y dentro había varios palos de madera finos y largos.

Por supuesto, no íbamos a dejarlo así, y enseguida le preguntamos a nuestra ama la razón de ese botecillo con palos que desprendía un olor tan agradable.
Mi ama dijo que era una especie de ambientador natural o no se qué historias que había comprado la abuelita.
Al instante oímos a la abuelita gritar:
-Huele bien, ¿verdad? Pero el caso es que es carísimo, y se acaba enseguida.

Un día después, pusieron más ambientadores de esos por toda la casa.
Pero a la abuelita no le debieron de gustar, porque hace unos cinco días, quitó todos los ambientadores que desprendían un olor rico, y puso uno igual pero con liquidillo rosa en la cocina, y un ambientador de esos normales en el baño grande.

El ambientador normal, es como si no estuviera, pero hace un ruidillo raro cuando entras en el baño. Y hemos tenido muchos accidentes con Lily por culpa de la luz naranja (traumáticos).
El nuevo ambientador de palillos está bien, pero huele como a flúor, y es demasiado intenso para mi gusto. Me quema el hocico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario