miércoles, 17 de noviembre de 2010

Halloween acabó

Ya ha acabado Halloween.
Es una pena.

El crío ese de la tiíta Lucía (el tal Alonso?) se portó bien. Sólo tiró del rabo a Lily (je je je) y no hizo mucho ruido. Durmió bastante, a pesar de que todos decían que era extraño.
Lo peor fueron los potitos.

¿Que qué son los potitos? Ni Lily ni yo lo sabíamos hasta ahora. Ya sabéis que los gatos comen latitas de mousse y delicias y esas cosas... pues cuando el niño es pequeño, pero lo suficientemente mayor como para no alimentarse de leche, le empiezan a dar una papilla llamada "potito" para introducirle en el maravilloso mundo de la comida de verdad.
El "potito" es una mezcla de frutas y/o verduras con carne y/o pescado.

A los niños, al parecer, les gusta (que mal gusto), pero sea como sea, huele fatal.
¿No me creéis? Probadlo y veréis.

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