viernes, 6 de agosto de 2010

El que se fue a comer, perdió su silla

Hola!
Estoy aquí porque Zar iba a sentarse a escribiros a escondidas, pero "me temo" (es un decir) que le he quitado el sitio. Y es que el que se fue a comer perdió su silla tan bien como la perdió el que se fue a Sevilla. Ya se sabe que estos refranes tiene más vueltas de hoja...

La semana sigue sin muchos incidentes.
El abuelito a lo mejor se va con la abuelita y mi ama a la casa de la tía Lucía uno o dos días.
¡Lo que nos faltaba!

Bueno, yo os dejo, que estoy oliendo al abuelito por el ascensor, y no me gustaría que me pillase ahora, más que nada porque esta vez no podría decir "ha sido Zar".

"Chao" como dicen las famosas humanas (yo estoy muy informada)...

No hay comentarios:

Publicar un comentario