Lily: Hola Marisa. Lo primero de todo, cuéntanos algo acerca de los bebés.
Marisa: Verás, Lily, los bebés son bastante más delicados que cualquier otra persona. Tienen la piel muy fina, y están creciendo y aprendiendo todo el tiempo.
Lily: Cuando un bebé nos intenta acariciar, y termina por tirarnos del rabo y clavarnos las unas en el lomo, ¿cómo debemos actuar?
Marisa: Mucha paciencia ante todo. No son como los adultos o los niños algo más creciditos, para ellos no existe ni el bien ni el mal. No os hacen daño aposta, así que no se os ocurra arañarlos o morderlos. Si os molestan, iros con el rabo bien alto, y las mamás se encargarán de enseñarles.
Lily: ¿La papilla de los bebés es comestible? ¿Y qué hay de la leche?
Marisa: La papilla por supuesto que es comestible. Lo que pasa es que no es apta para mascotas, que lo sepáis. Y la leche, tanto la materna como la de polvo, tampoco deben tomarla las mascotas, porque es especial para bebés, y además, seguro que la encontráis asquerosa.
Lily: ¿Y si nos molestan con sus lloros y sus gritos?
Marisa: Bueno, contra eso no podéis hacer nada. Son bebés, repito, y no pueden hablar para decir expresamente lo que quieren.
Lily: ¿Algún comentario aparte?
Marisa: Cuidadlos, porque cuando crezcan, se convertirán en excelentes amos y amas.
Lily: Muchas gracias por tu colaboración, Marisa.
Marisa: Ha sido un placer, gatita.