Mi ama volvió esta misma tarde.
Y menos mal, porque la abuelita, a falta de alguien que la escuchara, nos hablaba continuamente a Lily y a mi... ¡dios mio, que plasta de mujer! Ya me estaba hinchando los hocicos, e iba a decirle: "mira so plasta, me estás empezando a jorobar con tanta cháchara, o te callas ahora o te pongo celo en la boca... no, mejor todavía, te lo tragas".
lunes, 28 de junio de 2010
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