lunes, 7 de septiembre de 2009

El libro de los gatos I

El libro de los gatos. Historia, arte y literatura
El gato en la historia, en el arte y en la literatura



Gato cazando en un mosaico romano de la ciudad de Pompeya, S.I

Hace 5.000 años, el más eficaz y sanguinario cazarratones que jamás haya existido abandonó su hábitat en el desierto de Nubia y se acercó a los hogares egipcios. No podemos considerar que esto sucediera hace mucho tiempo, apenas fue ayer: la domesticación del gato es un acontecimiento muy reciente en la historia de la humanidad, y casi desde el principio su situación ha sido controvertida.

En su convivencia con el hombre ha sido amado y odiado, divinizado y perseguido, agasajado y vituperado. Ha vivido en palacios y ha vagabundeado por tejados y callejones oscuros. Ha subido a los altares y también a los patíbulos, se ha visto asociado a dioses y también al diablos en los años oscuros. Pero cualquiera haya sido su condición en cada momento, nunca ha sido indiferente o ignorado y hallamos constancia de ellos en la historia, en el arte y en la literatura.

Por lo que sabemos, esta es su historia.




El divino gato egipcio


Egipto, el gato divinizado

Probablemente por su acreditada habilidad para proteger los graneros de la voracidad de los roedores y también por ser un habilidoso cazador de serpientes, fue aceptado en los hogares y domesticado. Pronto aquel gato apacible que ronroneaba hecho un ovillo y estaba siempre presto y atento a defender la casa de los ratones, conquistó el favor de las familias egipcias y el corazón de sus amos. Recibió diversos nombres como MAU o MIU, aunque el nombre común que con más frecuencia aparece en los jeroglíficos egipcios es Qato, del cual proceden el clásico cattus romano, el griego katos o el árabe quett, además de los modernos gato, gatto, katta, katze, kat, cat, chat etc.




***
El nombre del gato.

(Cita tomada de http://www.egiptologia.com/content/view/462/73/)

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