lunes, 7 de septiembre de 2009

El libro de los gatos VII

El gato y su mariposa

Amigos, aunque sé que estáis dedicados a temas de verdad, yo sigo a lo mío y ahora que ando inspirada voy a darle un empujoncillo a ese asunto gatuno que tengo entre manos antes de que de me invada la molicie y lo deje de nuevo en el cajón, durmiendo un año más.

***

Pues bien, os cuento que a los gatos les encantan las flores, y viene al caso que lo diga porque si hay un animal en el mundo capaz de desconcertar de verdad a un gato, es la mariposa. Y eso es así porque las mariposas son de sí desconcertantes y, además, el gato no llega a entender cómo es posible que vuele una flor.

Recuerdo que leí un cuento sobre eso y pienso que será más cómodo recurrir a él que redactar por mi cuenta este artículo, así que vamos allá.

MARIPOSA

Eduardo Pérsico. Cerca del fuego azul. Cuentos.


Llegó setiembre y la primavera ya vistió al ciruelo de mi vecino con florcitas colorinches.

Y ni bien una mariposa sobrevoló a mi gato Fidel, recordé que el dibujo en cada ala de mariposa es un código a perpetuar en su especie, un signo irrepetible. El diseño suele ser igual a primera mirada, pero un rasgo de ala que difiere, desvío imperceptible o la más tenue decoloración, transmite los datos del "insecto lepidóptero"; y yo le preguntaría ahora a los entomólogos si es de gente seria nombrar así a una mariposa, que aunque no pese un gramo, comprende de un vistazo el recóndito rasgo de su especie y vuela a comunicar esa herencia mariposera por el planeta entero. Entonces gato Fidel, no litigues el dominio del patio con las mariposas; esa impecable armonía de los dioses que ningún bicho humano puede modificar; y entendé que ellas son imbatibles por esconder una celulita misteriosa nadie sabe dónde, y participan del plan burlón y gigantesco a soplo vital y ala diminuta.


Con un vuelo fortuito la mariposa desorienta de nuevo a Fidel, y supongo que a los gatos los perjudicó el desmesurado homenaje gatuno que se les ha rendido. Para Charles Baudelaire los gatos eran bellos porque sugerían lujo y voluptuosidad; Víctor Hugo aseguró que Dios creó al gato para dar al hombre la dicha de acariciar un tigre; y yo mismo, ahora, le ruego a Fidel que baje de la pared y no se humille ante una invicta mariposa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario