domingo, 8 de noviembre de 2009

Los persas

Peso: 9 -12 lbs.

Color: Los Persas vienen en siete patrones diferentes: Solidos, oro y plata, sombreado y ahumado, jaspeado, particolor, bicolor e himalaya. Los colores varian desde el blanco como la nieve, a marrón manchado y gris y todo entre esos.

Ojos: De azul a cobre, diferentes, verdes, plateados, dorados y azul para los de color himayala. El color de los ojos depende del color del manto.


Apariencia General: Los persas son una de las razas más dignificadas del mundo felino. Su tamaño es de mediano a grande, con cuerpos anchos y pecho profundo.

Los hombros son anchos con una sección bien redondeada hacia el centro. Tienen patas cortas y fuertes, de huesos pesados terminadas en pies grandes. La cabeza del Persa es redonda y masiva, con frente abovedada y con un cráneo ancho y cuello delgado, pero fuerte.

Los ojos son redondos y el hocico muy corto, ancho y respingón con una ruptura muy marcada, que da impresión de cara plana cuando se le ve de perfil. Las orejas son pequeñas y separadas, colocadas en la parte baja de la cabeza.

Su pelaje es largo de la cabeza a la cola, con una abundantísima gorguera y mechones entre las patas delanteras.

Carácter: El Persa es una raza plácida y gentíl. Son muy afectuosos, callados y usualmente maullan con una voz muy suave. Estos gatos vivirán pacíficamente con otros gatos, perros y niños.

Les gusta tener las patas bien firmes sobre algo, así que no son de trepar o saltar mucho.

Son juguetones, pero no demandan demasiado, les encanta posar y se harán de un lugar favorito en el hogar, ya sea frente a una ventana o en un sillon, y son capaces de posar ahí hasta por horas.


Cuidados: El pelaje largo y fino de esta raza lo hace necesitar de un cepillado diario para evitar que se enrede. Un baño ocasional también es necesario, y siempre después de un cepillado para eliminar el exceso de pelo.

Datos de la Raza: El gato persa seguramente tenga su origen en Asia menor; desde allí, durante la primera década del siglo XVIII, fueron introducidos en Europa, donde eran conocidos como gatos franceses o angoras.

Al cruzarse con gatos de pelo largo y aspecto rechoncho procedentes de Irán (ahora Persia) la raza comenzó a denominarse persa. Aristócratas europeos, como la reina Victoria de Inglaterra, se enorgullecían de poseer estos gatos.

Desde entonces el persa ha cambiado bastante; antes tenía el cuerpo y la cara más largos y los ojos más pequeños que en la actualidad, esto es debido a que se prefirió el tipo iraní al esbelto angora.

El persa moderno está muy relacionado con otras dos razas, el himalayo y el exotic. El himalayo sería idéntico al persa si no fuera por su color, que es igual al del siamés. El exotic es un persa de pelo corto. La mayoría de las asociaciones permiten registrar cruces entre estas razas como gatos de pura raza con pedigrí.

Fuente: Mundo Felino

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