Ya me lo has dicho suficiente, gracias!

Mi ama me ha vuelto a repetir que estoy fondón(o muy muy gordo, para que nos entendamos).
Y, por desgracia, la abuelita a estado de acuerdo.

Pero como ya estaba yo hasta los bigotes de que me lo dijesen, trame una venganza doble.
Y paso poco tiempo para cumplirla...

Primero, cuando la abuelita estaba con el ordenador, me puse delante de la pantalla; y luego, mi ama me estaba acariciando la barriga cuando me tumbé encima de su mano.

Y al fin concluí mi venganza.(Aunque no me quedé satisfecho del todo)